sábado, 13 de junio de 2009
SI ASESINO AL ASESINO
Si asesino
al asesino que asesinó mi silbo,
dejaré de silbar para matarlo.
Aun más,
si logro concretarlo,
habrá un nuevo asesino
que intentará extirpar
mi silbo resucitado.
Y si consigo todavía
matar a este asesino,
habrán otros y otros,
porfiados en el gesto
de mutilar mi rito.
Por eso es que no acepto
el fusil que me ofreces.
Yo prefiero ir silbando
sin armas por la vida.
LUCIANO ORTEGA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario